La Integración Sensorial es el proceso neurológico, que se encarga de organizar las sensaciones que recibimos de nosotros mismos y del mundo que nos rodea, haciendo posible que podamos utilizar nuestro cuerpo de manera eficaz. Cuando este proceso está alterado, puede ocasionar dificultades en el aprendizaje, motores, conductuales y emocionales.

La Integración Sensorial fue desarrollada por Jean Ayres, terapeuta ocupacional y doctora en neurociencias, en los años 60 en Estados Unidos. A través de observar el juego en los niños, se dio cuenta de que muchos de ellos no generaban las mismas respuestas al ambiente que los demás, es más, se dio cuenta de que el problema de esos no niños no podía ser solamente conductual, si no que era de origen sensorial. Así pues, Jean Ayres basó su estudio en los sistemas vestibular (equilibrio y gravedad), táctil y propioceptivo (información de los músculos y articulaciones) y en cómo el procesamiento de este tipo de sensaciones influía en la conducta de los niños.

Cuando el flujo de sensaciones es caótico, el individuo debe realizar mayores esfuerzos que los demás, enfrentarse a más dificultades en la vida y los resultados tienden a tener menos garantía de éxito y satisfacción.